Intratextualidad, metaficción y serialidad en Harry Potter y The tales of Beedle the Bard.
El valor que se le asignaba a lo original y lo único como requisito para hacer de un objeto, un objeto artístico, entró en conflicto cuando los medios masivos de comunicación comenzaron a producir en serie. Sin embargo, no se trata de un tema exclusivo de nuestra época, ya que si nos remontamos a la Antigüedad, los griegos concebían como bello y perfecto el ars de producir objetos en serie que resultasen lo más idénticos posibles a un original. Sin olvidar que todo aquello considerado original, puede surgir de formas seriales o prefabricadas. Umberto Eco (Eco: 1985), sostiene que lo que molesta en la actualidad de la cultura de masas es el fingimiento, el pretender que se trata de un producto original, cuando en verdad estamos asistiendo una y otra vez a la repetición de la misma historia.
¿Qué relación existe entre el séptimo y último libro
de la saga: Harry Potter and the Deathly
Hallows (J.K Rowling: 2007) y un
libro publicado tan sólo un año después por la misma autora: The tales of Beedle the Bard (J.K
Rowling: 2008)? que contiene cinco cuentos de hadas, y se presenta como similar
a las narraciones de los libros de cuentos infantiles, pero en este caso para
los niños magos.
La decisión de poner en relación la novela con el
libro de cuentos, obedece a que una de las cinco historias: The tale of the three brothers, aparece
como una historia central y clave para el desarrollo del séptimo libro. De
hecho su título (Harry Potter and the
Deathly Hallows) se refiere al argumento de este cuento, en donde tres
hermanos consiguen obsequios de La Muerte.
El análisis se dividirá en dos partes, por un lado se
indagará respecto al uso del género relato maravilloso o de hadas en The tales of Beedle the bard, como un
género propicio para los mecanismos seriales o de repetición; y por otro lado
se tratará la intratextualidad y metatextualidad entre el libro de cuentos y la
novela Harry Potter and the Deathly Hallows.
El cuento de hadas
El concepto de serie, según Eco (Eco:1985) se define
fundamentalmente por la trama narrativa: en los relatos seriales aparece una
situación y personajes protagónicos más o menos fijos que se repiten en todos
los relatos pertenecientes al género, y algunos personajes o situaciones
secundarias que varían, para dar al lector la sensación de originalidad. Hay
géneros literarios que son más proclives a la serialidad, como lo es por ejemplo
el relato policial o aquellos que pertenecen al ámbito de la literatura
popular. En el caso de Beedle the Bard, las
historias se proponen como el correlato "mágico" de nuestros cuentos
de hadas, por lo que utilizan características típicas del género (personajes y
escenarios, sistema de castigos y recompensas, moraleja y finalidad didáctica)
para la construcción de sus tramas.
Me interesa señalar la idea de Eco (Eco:1985),
respecto a que el lector cree disfrutar de la novedad y lo distinto que aparece
en los relatos pertenecientes a estos géneros, cuando en verdad el gozo pasa
por la repetición del esquema y de aquellos elementos iterativos en todas las
historias. De hecho, llama "necesidad infantil" a este tipo de placer
que se genera en el lector. Ese goce proviene entonces de la capacidad que
tenemos de adelantarnos a los hechos y prever que sucederá, es decir, nos
brinda la sensación de astucia como lectores. En el caso de The tales of Beedle the Bard podemos
pensar en la relación que se establece entre estos cuentos con los cuentos de
hadas que ya conocemos (los del mundo muggle,
se diría en el universo Harry Potter),
y cómo a partir de nuestros conocimientos sobre los relatos maravillosos
accedemos fácilmente a estos cuentos. Sin olvidar, las diferencias y novedades que aportan estas
historias infantiles "para magos y brujas" al género.
Este dialogismo entre elementos conocidos del género
e innovación se puede observar claramente en la introducción escrita por la
autora. Allí se menciona que la familiaridad de estas historias para los niños
mágicos es similar a la que experimentan los niños no mágicos con Cenicienta o La bella durmiente.
"Las historias de Beedle se parecen a nuestros cuentos de hadas en
muchos aspectos (...) sin embargo, hay una marcada diferencia. En los cuentos
de hadas de los muggles, la magia
suele ser la causa de los problemas del héroe o la heroína (...) En los cuentos
de Beedle el Bardo en cambio, los
héroes y las heroínas saben hacer magia, pero aun así les resulta tan difícil
como a nosotros resolver sus problemas"
Me interesa el juego que se plantea con respecto al
elemento mágico: en los cuentos de hadas tradicionales se establece un pacto
con el lector en el cual este no se debería extrañar ante los sucesos mágicos
que ocurren, razón por la cual denominamos al género "maravilloso".
En cambio, en los cuentos de hadas para magos y brujas no podemos mantener esta
característica constitutiva del género, ya que la dimensión maravillosa y los sucesos
mágicos serían parte del mundo cotidiano. Por lo que Rowling nos explica, que
si bien aquí los personajes se saben defender con magia, no por eso sus
problemas desaparecen. Me parece una estrategia que utiliza la autora para
plantearle a sus lectores, a modo de metáfora, que no existen soluciones
mágicas. Esto condice con el rol didáctico que se proponen los relatos
tradicionales, pero a la vez alerta a los lectores que lo que estamos leyendo
es ficcional, y que ya sea que se trate de Blancanieves
o de Babbitty Rabbitiy la magia
no existe.
Además señala que el rol de las heroínas de estos
cuentos es mucho más activo que el de las princesas de los cuentos de hadas. Es
decir que aunque en estos relatos podemos ver la huella de los folk tales tradicionales, lo que nos
lleva a insertarlos en la serie de los cuentos de hadas, a su vez encontramos
diferencias con los relatos del género, ya que están planteados desde la
perspectiva de un mundo ficcional maravilloso, el de la comunidad mágica
descripto en la saga Harry Potter.
El carácter de The
tales... como un libro intratextual y metaficcional de la saga, es
evidenciado explícitamente, a través de las notas de Albus Dumbledore
(personaje de las novelas) que aparecen al final de cada cuento, el marco
histórico en dónde se sitúan estos relatos (se trata de una traducción
realizada por Hermione Granger, ya adulta (otro personaje protagónico de la
saga), y las referencias a La fábula de
los tres hermanos. Este, es el quinto y último cuento que aparece en el
libro, pero además desde la introducción ya se hace referencia a la historia, y
se presupone que Dumbledore no dijo todo lo que sospechaba acerca del relato en
sus notas, ya que, como los lectores de la saga conocen, la fábula termina
siendo una historia real y las reliquias de la muerte existen:
"So
it´s true? asked Harry. All of it? The Peverell brothers_""_were the
three brothers of the tale, said Dumbledore, nodding. Oh yes, I think so.
Whether they met Death on a lonely road... I think it more likely that the Peverell
brothers were simply gifted, dangerous wizards who succeeded in creating those
powerful objects. The story of them being Death´s own Hallows seems to me the
sort of legend that might have sprung up around such creations"
Esta cita, perteneciente a la novela, nos habla de
la génesis misma de los relatos tradicionales, y nos muestra el trasfondo real
que antecede a la ficción: Cómo a partir de tres objetos poderosos, se crea una
leyenda que circula oralmente y se reversiona hasta convertirse en un relato
infantil escrito por Beedle, quien se supone es el primer compilador de los
cuentos populares (el equivalente a los hermanos Grimm, del mundo mágico).
Beedle, a su vez posee su propia biografía apócrifa, en el interior de la
introducción a The tales, firmada por
J.K Rowling como editora de los mismos.
Dice el crítico Zavala: "Todo texto remite a
otro texto o a las reglas genéricas (archi-textuales) que lo hicieron posible."
A partir de esta idea vemos como en este caso los lectores pueden establecer
dos tipos de conexiones a partir del libro de cuentos. Por un lado, nos remite
a los relatos tradicionales y cuentos de hadas que lo vinculan con los rasgos y
reglas de ese género; y por el otro, nos remite a las novelas que conforman la
saga, dónde se establece un vínculo más particular o cerrado de referencias.
La
saga y la metaficción.
En principio podemos clasificar a Harry Potter a partir del trabajo de
intratextualidad que realizó la autora en su obra. No sólo me refiero a las
siete novelas, sino también a los diferentes libros secundarios que se
desprenden de la historia original, y continúan aportando datos para construir
el universo mágico. La saga que conforman las novelas, se diferencia del
concepto de serie porque la sucesión de acontecimientos que en ellas ocurren
afectan a los personajes, es decir que el tiempo transcurre y el personaje
envejece (Eco: 1985). En el caso de Harry
Potter se da lo que Eco definió como
saga de línea continua: La historia comienza cuando el personaje tiene un año
de edad y sigue sus aventuras hasta que llega a la adultez, dónde la historia
continúa a partir de uno de sus hijos a través de la obra teatral intratextual,
Harry Potter and the cursed child (Rowling:
2016). Por otro lado, The tale of the three brothers es
presentado tanto en el libro de cuentos como en la novela, como una fábula para
niños, pero en Harry Potter and the
Deathly Hallows la historia repercute
en el mundo mágico adulto. De hecho, la intriga del séptimo tomo gira en torno
a si esta historia es pura fantasía o tiene sustento real. En la ficción
aparecen seguidores del misterio de las Reliquias de la Muerte, quienes piensan
que los tres hermanos de la historia existieron de verdad y dejaron el objeto
mágico obtenido (la varita invencible, la piedra de resurrección y la capa
invisible) como un legado familiar. Según esta teoría se intuye que los Potter
descienden del menor de los tres hermanos, de apellido Peverell, razón por la
cual Harry hereda la capa de invisibilidad. Es decir, que esta saga de línea
continua, en verdad comienza por la historia de Ignotus Peverell hasta llegar a
Harry.
En cuanto a los Cuentos
de Beedle el Bardo, en este libro aparecen elementos metaficcionales, como
previamente mencioné, desde la introducción. La autora Cecilia Silva- Diaz
(Silva Diaz: 2005) se centra en la metaficción como un tipo de ficción que
llama la atención sobre su propia construcción, típica de la época post moderna.
Sostiene que: "a través de la utilización de
recursos metaficcionales los autores e ilustradores cuestionan las convenciones
acerca de cómo se narran las historias y llaman la atención, dentro de las
mismas obras, sobre su condición de artificio". Previamente quedó
demostrado que la utilización de lo maravilloso o de hadas, se da junto con la
crítica de algunas convenciones del género (como el rol de la mujer), y la
posibilidad de revertirlas en The tales.
Esta posibilidad de reparar en el artificio creo que se presenta porque, su
lector real no es un niño a quien le leen cuentos de hadas, sino un lector
joven o adulto que tiene ciertos conocimientos sobre la saga. Además, Silva
Diaz realiza una serie de clasificaciones para las metaficciones dentro de las
cuales podemos pensar en la que denomina "cortocircuito": "Término
tomado de Lodge que significa hacer evidente la brecha existente entre el texto
y el mundo. Por ejemplo, la consideración del libro como objeto material dentro
del texto, crea este tipo de choque entre un nivel y otro." Efectivamente,
el libro que es presentado como parte de una herencia en Harry Potter and the Deathly Hallows y utilizado por los chicos para resolver el misterio de la historia,
aparece en forma material para el consumo masivo un año después.
El otro
recurso que se evidencia es la ruptura de las fronteras narrativas, que
analizaré a continuación tomando
en cuenta las categorías de Genette: (Genette: 1989)
Según este autor podemos pensar en tres niveles que
aparecen en la narración: extradiegético, metadiegético y diegético.
En el nivel extratextual nos encontramos con una
autora (Rowling) que además se aparece como el narrador extradiegético, al
hacerse cargo de la introducción del libro. Por otro lado, al final del libro
aparecen los agradecimientos a cargo de Emma Nicholson, la cofundadora de The Children`s High Level Group (CHLG), la
fundación para la cual van destinadas el 20% de las ganancias de este libro. El
nivel metadiegético está destinado a las cinco historias, pero en el nivel
diegético aparece un entrecruzamiento entre lo real y lo ficcional: Rowling
(real) como editora del libro nos
introduce a las historias que resultan ser una traducción de Hermione Granger
(ficcional). Y si bien, a nivel metadiegético la narración de los relatos no
resulta alterada, en los comentarios finales de Albus Dumbledore (ficcional)
aparecen múltiples notas al pie, del propio Dumbledore, pero también de J.K
Rowling:
"La profesora Mc.Gonagall, directora de Hogwarts, me ha pedido que
aclare que ella se convirtió en animaga únicamente como resultados de sus
intensos estudios sobre la disciplina de la Transformación (...) JKR."
En esta cita vemos como la autora de los libros
aparece como partícipe de sus propias historias interactuando con uno de los
personajes de la saga. Por otro lado, sitúa a sus personajes en un tiempo y
espacio contemporáneos a la publicación de este libro (2008), ya que el
personaje de Mc. Gonagall asume el puesto de directora de Hogwarts cuando Harry
Potter y su generación ya han terminado la escuela y son adultos.
Un segundo ejemplo:
"Esta cita demuestra que Albus Dumbledore, además de ser
excepcionalmente culto en términos mágicos, conocía las obras del poeta muggle Alexander Pope. JKR"
Esta cita me interesó como reverso de la primera, ya
que aquí aparecen los personajes mágicos introduciéndose en el mundo real (o muggle), en sus notas Dumbledore hace
referencia a un verso del poeta inglés para explicar la moraleja de una
historia ("La interpretación más amable sería: la esperanza siempre resurge, dice)
Es decir que aparecen estrategias metaficcionales en
los cuentos con un propósito específico. Si Rowling solo publicase los cuentos
como parte del universo de Harry Potter,
es decir como intratextuales, los lectores no cuestionarían el carácter
maravilloso de dicho universo. Ahora bien, la decisión de intervenir la ficción
por medio de los elementos paratextuales (introducción, traducción, notas y
notas al pie) provocan un quiebre, o por lo menos colocan a los lectores en una
posición no tan cómoda. Esta estrategia ya había sido previamente utilizada por
la autora en dos libros también subsidiarios a la saga (intratextuales): Animales fantásticos y dónde encontrarlos y
Quidditch a través de los tiempos (Rowling:
2001) En estos dos textos se repiten algunas características presentes en The tales...: Aparecen con fines
benéficos (en este caso para ayudar con la venta a la organización Comic Relief), poseen prólogos a cargo
de Albus Dumbledore en dónde explica como salen estos libros del mundo mágico y
llegan hasta los lectores muggles, y
en el caso de Animales fantásticos y
dónde encontrarlos, cuenta con comentarios en distintas caligrafías de
Harry y sus amigos (ya que el ejemplar le pertenecía a este alumno).
Encuentro en estas estrategias metatextuales de
Rowling, intenciones lúdicas que diviertan a sus lectores, ya familiarizados
con la saga. Ciertamente el tono lúdico de la narración es un elemento al que
los lectores de Harry Potter ya están
acostumbrados, como veremos en la siguiente cita de la novela, perteneciente al
capítulo The will of Albus Dumbledore, en
dónde Hermione recibe el libro de cuentos:
"Ron,
you know full well Harry and I were brought up by Muggles!, said Hermione. We
didn´t hear stories like that when we were little, we heard "Snow white
and the Seven Dwarfs and Cinderella."
"What´s
that, an illness?" asked Ron."
Por otro lado, me parece que esa cruza entre
realidad y ficción lograda a partir de la metatextualidad, es ambivalente ya
que aparecen como intentos de brindar verosimilitud (al explicar cómo los
lectores no mágicos podemos acceder a esos libros, o al situar a los personajes
como contemporáneos al año de publicación y continuar sus biografías); pero a
su vez nos permite ver el artificio, al mostrarnos que ese universo tan
acabado, mágico y perfecto, no es más que una ficción y obra de una autora que
puede por momentos jugar a ser personaje. "Las
razones que llevan a los creadores a volverse sobre sí mismos o sobre su medio
de expresión suelen oscilar entre el agotamiento del arte y la denuncia
ideológica." Dice el crítico Alberto García a
propósito de los fines lúdicos o didácticos que puede tener la metaficción.
Del
lado del lector
Genette (Genette: 1998) añade a los conceptos de
autor y lector empíricos las categorías de autor y lector implícitos o
implicados. Según esto, el autor implícito es aquel "rastro" que deja
el autor tras de sí de sus escritos en forma intratextual. Se puede tratar de
una decisión consciente o no del escritor, pero de cualquier forma el autor
implícito adquiere presencia en la obra y nos permite identificar como
distintos textos pertenecen a un mismo autor. En el caso aquí analizado vemos
una intrusión autoral por parte de Rowling en The tales al ubicarse en una posición intermedia como editora de su
propio libro, y cómo vínculo entre ambos mundos. Por otro lado, el lector implícito aparece también como una
entidad intratextual que se encarga de decodificar todo aquello que aparece de
forma sugerida en la trama.
Si reflexionamos desde el punto de vista del lector,
observamos que el texto aquí tratado (The
tales of Beedle the Bard) puede ser leído independientemente de la saga Harry Potter, e incluso puede llegar a
no tener conocimientos sobre esta. Sin embargo, los cuentos aparecen como
subsidiarios de la novela, y surgen a partir de la misma, por lo cual entendemos
que aparecen distintos niveles de lectura para esta obra, y dos clases de
lectores. Por un lado, podríamos encontrarnos con un espectador ingenuo y
primario, desconocedor de la saga, cuyo goce pasaría por el disfrute de la
narración en sí, de los relatos metadiegéticos; y por otro lado, un lector
crítico, conocedor de toda obra y de las relaciones metatextuales que se dan
entre ambos textos. Este segundo lector se reserva un secreto placer: el de
captar todas las referencias que se dan en el interior de la obra.
Ahora bien, si bien planteamos como posible que
exista un lector primario, pero en mi opinión resulta difícil creer que alguien
pudiera acercarse a The tales... sin
tener ninguna referencia sobre la saga, ya que Harry Potter no son solo siete libros, sino un producto masivo de
esta época: el libro dio lugar a
películas, las películas a un vasto merchandising.
Al convertirse en un ícono de la cultura popular, resulta inverosímil pensar en
un lector tan ingenuo que se acerque al intratexto sin tener conocimientos
generales mínimos sobre este universo mágico. Esto concuerda con la idea de
Lauro Zavala (Zavala: 1999) de la intertextualidad como característica
principal de la cultura contemporánea, en donde todo conforma un tejido (texto)
de elementos significativos que puede ser estudiado dentro de la red de
significación a la que pertenece. Este autor además, remarca el rol activo que
cumple cada lector como generador de interpretaciones: es la mirada la que
construye la intertextualidad. Es decir, que no depende tan sólo de las
intenciones del autor.
Entonces que sucede con el universo Harry Potter. Por empezar la saga que
denominamos de línea continua finaliza en el séptimo libro con el triunfo del
protagonista. Sin embargo, detrás de este cierre aparece un epílogo titulado
"Nineteen years later" que en una perspectiva hacia el futuro nos da
un pantallazo de como siguieron las vidas de los protagonistas y nos muestran a
la próxima generación: los hijos de Harry, Ron y Hermione. De esta forma, la
saga cierra pero se abre a la posibilidad de ser continuada como de hecho lo
hace. Esta continuación se realiza por un lado con la obra teatral intratextual
previamente mencionada, Harry Potter and
the cursed child, que comienza prácticamente en el final mismo de la
séptima novela; y a través de los libros intratextuales y metaficcionales que
contribuyen a ampliar el universo mágico.
La autora Álvarez Berciano sostiene que "utilizar
hoy el concepto de serialidad requiere diferenciar claramente organizaciones
narrativas y públicos previstos de la ficción actual." Concretamente se
refiere al sistema de medios masivos de comunicación que expanden los límites y
modos de recepción. Situarnos en esta época y frente a un producto de alcance
masivo como lo es Harry Potter, nos
hace preguntarnos si la serie de libros tuvo un comienzo y un final o si ante
el aparente final de la saga se irán agregando cada vez más libros que exploten
otros espacios del mundo creado por Rowling. Por el momento eso es lo que
parece estar sucediendo, y, en mi opinión, deberíamos focalizar en el sistema
capitalista de producción y consumo en el que está inmersa la sociedad actual
como un factor condicionante para la generación de intratextualidad de la obra.
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